De los Felices años 20 al terror Nazi
El periodo de entre guerras supuso para Berlín su resurgimiento como gran capital cultural europea rivalizando intelectualmente con París y Viena. Son los años del cabaret, los teatros y las salas de fiestas, la ciudad es un hervidero de actividad cultural donde convergen el este y oeste europeos y todas las tendencias avant-garde. La Postdamer Platz se convierte en el corazón de la vida cultural y nocturna de Berlín y la cultura alemana vive unos años dorados al amparo de la democracia.
Pero no duraría mucho. La gran crisis de 1929, unida a la inestabilidad de una democracia todavía emergente y al descontento de gran número de alemanes por la situación económica y política tras el final de la Gran Guerra serían fatales para la joven república. Tras la quema del Reichstag (Parlamento) en 1933 y el posterior ascenso a la cancillería de Adolf Hitler que poco a poco acabaría adquiriendo más poderes, la República de Weimar estaba sentenciada a desaparecer instaurándose en Alemania un régimen Nazi de terror que desembocaría en la Segunda Guerra Mundial.
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