Cómo llegar a Berlín
Como capital de Alemania, Berlín es una de las ciudades mejor comunicadas de Europa ya sea por carretera, tren o avión, sin embargo conviene tener en cuenta algunas cosas para encontrar las ofertas más económicas y los trasportes más cómodos.
En Avión
Ya sea desde España o desde cualquier otro país latinoamericano la mejor forma de llegar a Berlín es por vía aérea. Pese a contar con dos aeropuertos internacionales (Tempelhof, el tercer aeropuerto cerró hace ya un año), la capital de Alemania no cuenta con un fluido tráfico aéreo. Los dos aeropuertos en activo de la ciudad; Schönefeld y Tegel registraron el año pasado juntos menos operaciones que otros aeropuertos alemanes como Frankfurt del Main o Múnich.
Tegel
Tras el cierre de Tempelhof, el aeropuerto de Tegel se convirtió en el más antiguo de la ciudad y el que más tráfico aéreo soporta. Anualmente más de 14 millones de pasajeros utilizan sus cuatro terminales. Su cercanía a la ciudad hace que sea muy fácil llegar. Aunque no tiene estación de U-Bahn ni S-Bahn, cuatro líneas de autobuses, dos de ellas Express, conectan el aeropuerto con el centro de la ciudad y la red de metro y tren por tan sólo 2,10 €. Desde Tegel operan la mayoría de las grandes compañías internacionales como Iberia, Lufthansa o British Airways y línea de bajo coste AirBerlin.
Schönefeld
El aeropuerto de Schönefeld, situado a las afueras de la ciudad, ya en territorio del Estado Federado de Branderburgo fue el mayor aeropuerto de la RDA y el único que daba servicio a Berlín Este. Aunque con mucho menos tráfico que Tegel, unos 6,6 millones de pasajeros al año, las nuevas obras de ampliación lo convertirán en el principal aeropuerto de la ciudad a partir de 2011 cuando se convierta en el Aeropuerto Internacional Berlín-Brandenburgo (BBI).
El aeropuerto tiene conexión directa con la red de S-Bahn y de trenes de cercanías así como con el centro de la ciudad y la red U-Bahn a través de autobuses. La localidad de Schönefeld se encuentra en la zona C de trasportes de Berlín y el ticket al centro cuesta 2,80 €. Desde Schönefeld vuelan gran parte de las compañías Low-Cost más conocidas como Easyjet o Ryanair.
Más información en alemán e inglés http://www.berlin-airport.de/
En tren
Si ya te encuentras en Alemania o en el continente el tren puede ser tu medio de trasporte. Llegar a Berlín a través de la nueva y espectacular estación central, Berlin Haupbahnhof, terminada en 2006 a tiempo para el Mundial de Fútbol, puede ser una experiencia difícil de olvidar. Además Berlín cuenta con toda una red de estaciones de ferrocarril muy bien comunicadas que te permitirán llegar cómodamente a tu destino.
La capital alemana es una de las ciudades mejor comunicadas de Europa por tren. Cientos de trenes de larga distancia así como los veloces ICE llegan a Berlín cada día desde la mayoría de las capitales europeas y ciudades más importantes de Alemania que cuenta con una espectacular red de alta velocidad. Aunque normalmente no sea muy económico, la Deutsche Bahn (DB), compañía que administra la red de ferrocarril en Alemania ofrece múltiples descuentos y ofertas a través de su página Web http://www.bahn.de/.
Por carretera
El autobús puede ser una forma económica de llegar a la ciudad aunque sin duda más lenta. Las grandes compañías de autobuses internacionales como EuroLines conectan Berlín con la gran parte de las ciudades más importantes del continente incluídas, Madrid o Barcelona.
Más información http://www.eurolines.com/
La extensa y muy buena red de carreteras de Alemania con cientos de kilómetros de autovías y autopistas gratuitas puede ser también una opción, sobre todo si vienes desde el oeste. Recuerda que para viajar por Alemania en coche es necesario contar con un seguro a tercero o con la carta verde del Seguro Europeo.
A pesar de lo comúnmente oído, en Alemania sí existen los límites de velocidad y deben ser escrupulosamente respetados ya que las multas son bastante abultadas. Sí es cierto que el buen estado de las autovías y autopistas (en alemán Autobahn) fomenta las altas velocidades. Los alemanes suelen conducir rápido lo que puede resultar desconcertante e incluso peligroso para los conductores menos habituados.