9-11-89. El día en que terminó una era
La historia de la caída del muro es la historia de un sistema que se derrumba y de un país que se acaba, de miles de personas que pacíficamente piden cambio y de una situación internacional de futuro incierto, pero también es la historia de una rueda de prensa rocambolesca y de una hoja de papel leída a destiempo y sin reflexión. El 9 de noviembre de 1989, fecha en que el muro "cayó" sería considerado por muchos como el final del siglo XX, de incluso una era y por supuesto de una forma de concebir el mundo.
Pero el final comenzó mucho antes. Años atrás Gorvachow había sido elegido Secretario general del PCUS y había comenzado una serie de medidas políticas y económicas conocidas como la Perestroika y Glasnost. Por otra parte el Gobierno reformista de Hungría había abierto pocos meses antes su frontera con Austria, lo que había convertido al país en el destino de vacaciones más solicitado entre los habitantes de la Europa del Este y en Alemania Oriental había empezado la “Revolución Pacífica” con manifestaciones cada vez más numerosas primero en la cercana ciudad de Leipzig y después en Berlín.
Estas multitudinarias manifestaciones de los lunes en Leipzig que la RDA no había podido controlar y que la URSS no había querido reprimir habían hecho caer a parte del Politbüro entre ellos al Presidente del SED (Partido Comunista Unificado) y de la RDA, Erich Honecken, que es sustituido por Egon Krenz. Sin embargo ni esta dimisión, ni las tímidas reformas que la siguieron fueron suficientes para los miles de ciudadanos que protestaban contra su gobierno. El 4 de noviembre las calles del Berlín Este se llenaron de más de un millón de personas que confluía en la Alexanderplatz, bajo el lema “wir sind das Volk”, nosotros somos el pueblo, pidiendo más reformas. Un acontecimiento tan importante que tan sólo 5 días después cayó el muro.
Aquel 9 de noviembre de 1989 se había convocado una rueda de prensa internacional y en directo en el que se anunciarían las medidas tomadas por la RDA en relación a las protestas de los últimos días. Günter Schabowski como portavoz del SED y del Gobierno de la Alemania del Este se limita a informar vagamente sobre la última reunión del Comité Central. Es en la ronda de preguntas donde la noticia y el muro saltan por lo aíres. A una pregunta de un periodista italiano sobre los viajes al extranjero, Schabowski saca una hoja de papel que momentos antes de la rueda de prensa le había pasado Egon Krenz y de la que aparentemente no conocía su contenido y comienza a leer ante la sorpresa de los presentes una serie de medidas que en definitiva suponían la caída del muro.
La sala de prensa es un hervidero, el mundo entero ha podido ver y oír la noticia en directo. ¡Los viajes al extranjero eran posibles sin más requisito que tener la documentación en regla! ¡Los ciudadanos del Berlín Este podrán pasar al otro lado con tan sólo enseñar su pasaporte! ¿Pero cuando entra en vigor esta norma? La respuesta de Schabowski no puede ser más significativa del vacío de poder que la RDA vivía en esos días –“ por lo que yo entiendo, desde ahora mismo, inmediatamente” -. Lo que parecía que nunca iba a suceder acababa de ocurrir, el Muro había caído.
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